En año 1992 Casa Grande estaba con una situación económicamente destrozada a causa de la descapitalización originada por una mala política que se venia haciendo en casi todos los gobiernos de administración: sin reinvención, gastos innecesarios, robos desde el más simple obrero al más capacitado ejecutivo, fue un flagelo para Casa Grande.
Por consecuencia en miras del sistema capitalista que siempre esta creciendo por la incapacidad de la virtud humana y de nuestra desarrollada psicología materialista, se planteo el cambio del modelo empresarial de ser Cooperativa a convertirse en Sociedad Anónima. Modelo que fue presentado en el gobierno del presidente Ing. Alberto Fujimori Fujimori por su ministro emisario casagrandino Adsalón Vasquez Villanueva.
Por consecuencia en miras del sistema capitalista que siempre esta creciendo por la incapacidad de la virtud humana y de nuestra desarrollada psicología materialista, se planteo el cambio del modelo empresarial de ser Cooperativa a convertirse en Sociedad Anónima. Modelo que fue presentado en el gobierno del presidente Ing. Alberto Fujimori Fujimori por su ministro emisario casagrandino Adsalón Vasquez Villanueva.
Para este cambio inevitable se encomendó a una “Junta Transitoria”, un tipo de preparación y administración para el nuevo modelo que se encargaría de ordenar las cuentas de activos y pasivos de la cooperativa, de la cotización y entrega de las acciones a los trabajadores que se tardo un año para cumplir con su objetivo entre el año a996 y 1997 teniendo como presidente dicha Junta Transitoria al ingeniero Pedro Alva Quilcat.
En julio de 1997 el Cooperativismo terminó y quedó como un espejismo más que un recuerdo para el pueblo casagrandino, se había convertido en un modelo de propiedad privada “Sociedad Anónima”. A cada trabajador se le entregó sus acciones correspondientes calculadas de acuerdo a sus indemnizaciones por años de servicios y deudas varias que tenia la Cooperativa con el trabajador, se cotizó por acción la suma de 10.00 nuevos soles. Constituida ya como empresa privada con el nombre de "Empresa Agroindustrial Sociedad Anónima", teniendo como primer presidente interino del directorio a Wilmar Iglesias León, quien renuncio el 20 de enero de 1998 ocupando su cargo Hermogenes Mendoza Alcalde por un periodo de tres años.
En el año 2001 entrando otra vez en histeria colectiva a causa de la crisis y de la indisponibilidad de dinero del trabajador para cubrir sus necesidades en su hogar separados por intereses políticos, por grupos de accionistas: como trabajadores, jubilados, y propietarios de acciones ajenos a la comunidad, entraron en la razón del vandalismo para tener el control de la empresa.
En febrero de 2003, un grupo de accionistas que no estaba de acuerdo con las políticas de la empresa, tomaron la administración y formaron una junta transitoria, encabezada por Guillermo Lozano Broca. Solo estuvieron en el poder cuatro meses. Estos fueron Expulsados de la empresa por desestabilizar en buen desarrollo de la administración.
En el año 2001 entrando otra vez en histeria colectiva a causa de la crisis y de la indisponibilidad de dinero del trabajador para cubrir sus necesidades en su hogar separados por intereses políticos, por grupos de accionistas: como trabajadores, jubilados, y propietarios de acciones ajenos a la comunidad, entraron en la razón del vandalismo para tener el control de la empresa.
En febrero de 2003, un grupo de accionistas que no estaba de acuerdo con las políticas de la empresa, tomaron la administración y formaron una junta transitoria, encabezada por Guillermo Lozano Broca. Solo estuvieron en el poder cuatro meses. Estos fueron Expulsados de la empresa por desestabilizar en buen desarrollo de la administración.
Año 2004:
El lunes 02 de agosto del 2004, la diligencia sindical dirigida por Lorenzo Ramón Paredes, declaro una huelga indefinida; pero no tuvo éxito . Dichos dirigentes y otros accionistas que avivaron la paralización de cerca, fueron despedidos de la empresa. Por entonces, el presidente del directorio era Ulises Quiroga. Anterior a él, fueron Martín Aguayo Risco y Alfredo Torres Tello.
Posteriormente, lideraron la administración de Casa Grande: José León Rivera y Eduardo León Legendre, quienes renunciaron por decisión propia. Como en toda sociedad, las opiniones o criterios siempre distan unos de otros, los trabajadores pidieron elecciones generales, y atención a esta solicitud, FONAFE ordeno que se realice los comicios. Realizándose el domingo 17 de Octubre, en las instalaciones del nuevo colegio "Casa Grande" salió triunfante Martín Aguayo Risco. El colocó cinco directores. El estado uno, el gobierno regional dos y los trabajadores dos.
El que representó a los trabajadores fue Pedro Díaz Camacho. Ese mismo mes, la administración entregó a cada uno de los trabajadores el nuevo Reglamento Interno de Trabajo, a fin de poder poner orden en la empresa, así como también fomentar la armonía y la disciplina en el trabajo.
Hay que resaltar que a partir del 2004 el presidente del Gobierno regional, Dr. Homero Burgos Olivares, desempeñó un papel importante en la solución de los problemas de Casa Grande.
Por entonces, el estado tenía el 31.26 por ciento, de las acciones de Casa Grande, Aguayo el 25.13 por ciento, los jubilados el 23.35 por ciento, los activos el 13.58 por ciento y los particulares el 6.68 por ciento. El viernes 29 de abril los dirigentes sindicales desenvolvieron otra asamblea pública, frente al local sindical. El martes 28 de junio , los accionistas volvieron a las urnas, para elegir al nuevo directorio, las mismas que se efectuaron en las instalaciones de ingeniería civil, convocadas por Martín Aguayo, quien un día antes ordeno que pusiera una puerta de hierro a lo ancho de la carretera industrial, también en la esquina de la ex carpintería eléctrica, para un mejor control de los votantes o por miedo a la obstrucción de la gente. Ni los accionistas ni la FONAFE acudieron, rechazo que demostró el inicio de una desagrado al directorio de Aguayo. El domingo 3 de Julio se volvió a realizar otra elección en cuyo acto, supuestamente ganaron los aguayistas.
El sindicato en una asamblea publica realizada al día siguiente denuncio un posible fraude, lográndose en dichos comicios, la separación definitiva de Martín Aguayo y Oswaldo Aguilar del directorio. También la expulsión del gerente Carlos Luna Conroy. Considerándolo un fraude, el martes 5 de Julio, el sindicato ejecutó una asamblea pública en la plaza de armas, en cuyo proceso, el presidente regional, Homero Burgos juramentó a la comisión de ventas como el directorio que debería ejercer el control de la empresa.En su propósito de ingresar a la casa administrativa para su instalación, fueron rechazados por la policía, por medio de bombas lacrimógenas, sin respetar investidura del presidente regional, ni la presencia de mujeres, niños, ancianos, que acompañaban a la comitiva llevados por la euforia de tener un nuevo directorio honesto y sano.
En las elecciones del 3 de Julio fue nombrado presidente Juan Ibarra Moreli. Los días viernes 8 de julio y viernes 5 de agosto, el sindicato desarrollo sendas asambleas públicas, frente a al local sindical y a la plaza de armas, respectivamente. Casa Grande en esos días se tornó en una muchedumbre de gente impulsiva: unos que apoyaban a Aguayo y otros, al sindicato. Después de esta asamblea siguieron otras, que Aguayo pensó que eran sólo puro asambleismo, pero, jamás se imaginó que estaba cumpliendo gestiones en nivel judicial, que le entregó una medida cautelar , que permita la actuación de una administración judicial conformada por Javier Meave, Jorge Aldave Muñoz y Raúl Muñoz Gallardo. Estos se hicieron cargo del control de la empresa el viernes 30 de septiembre.
Una vez en el cargo, denunciaron que Martín Aguayo se había llevado una editamiento de las turbinas, envases y sacos con azúcar, y parte de las movilidades. Cuando la administración judicial tomó la rienda de la empresa, la fábrica se hallaba paralizada, próximo a ser levantada, después de una semana de mantenimiento. Estos también se confiaron en el silencio de los aguayistas, sin imaginarse que algo similar hacían por la corte superior de Trujillo. Lograron su reingreso. Se instalaron, a eso de las 5:00 PM del día 3 de noviembre.Pero, solo estaban presentes el gerente Luna, y el abogado Islas. Aguayo brillaba por su ausencia, por cuanto, ya no tenia participación por haber vendido parte de su paquete de acciones (el 21.4 %) al grupo Gloria, quedándose, solamente, con el 4.9 %.
El jueves 29 de diciembre del 2005, los accionistas concurrieron, nuevamente a las urnas para elegir al directorio que llevaría el control administrativo de la empresa agroindustrial Casa Grande, a partir del 2006. Abierta la sesión de trabajo de la junta general de accionistas y después de dejar sin efecto al directorio encabezado por Juan Ibarrera, se realizó las elecciones obteniendo los siguientes resultados:
Luis Miguel Maldonado Ortega 7.445.553 Votos
Miguel Monsalvane Aíta 6.632.658 Votos
Rodolfo Quiroz Calderón 6.677.00 Votos
Wilfredo Solano Castillo 6.604.448 Votos
Jorge Luis Chavez Yamunaque 6.602.193 Votos
Mirko Nico Urlevij Abad 6.175.500 Votos
Suplentes
Flor de Maria Ibáñes Salvador 5.352.385 Votos
Eduardo Aurelio Silva Vegas 148.906 Votos
Posteriormente, se ejecutó la instalación del nuevo directorio, saliendo nombrado como presidente del mismo, Luís Miguel Maldonado, quien en su propaganda eleccionaria ofreció respetar los derechos de los trabajadores, honestidad, transparencia, disciplina y crecimiento.
El Grupo Gloria tomó el control de la empresa Casa Grande S.A.A., en enero del 2006, en el primer semestre del mismo año, se nombro el nuevo directorio, recayendo la responsabilidad de presidencia en la persona de Jorge Rodriguez Rodriguez. Asimismo, los trabajadores eligieron la nueva directiva del sindicato. Los comicios se realizaron el domingo 21 de mayo, saliendo elegido Juan Pérez Romero.
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